... y no me refiero a un Padre nuestro, un salmo o una ave María, sino a una simple charla con Dios, contarle como si estuviera hablando con un amigo, platicando de esos detalles que me gustaron del día, o de las cosas que me entristecieron...
Los años siguen su curso, todo cambian mas rápido de lo que nos damos cuenta, la tecnología avanza y en muchas ocasiones las mismas creaciones del hombre desplazan al propio hombre, relegando su estatus. Pertenecemos a un mundo que crece a niveles poblacionales, esto sucede casi sin que lo podamos percibir, en algunos países orientales hasta es necesario arrebatarle tierra al mar, todo para encontrar lugar físico, necesario para el desarrollo de las personas, y así encontrar lugar para albergar a las masas.
He visto que por una necesidad organizacional del ser humano, en muchas oportunidades es necesario reducir nuestra individualidad a números, perdiendo así nuestro nivel personal, reduciéndonos tan solo a numerología. -¿Cual es tu número de control?- preguntan algunos, -¿Me podrías dar tu ID?- dicen otros, -Es que no estas en el "sistema"- argumentan unos mas.
Debido a mi carrera he percibido, que desarrollamos programas que eficiente más los procesos, los registros, que "ayuden" a las personas, sin embargo nunca hemos visto el impacto que esto puede tener en las personas que desempeñan estas labores que nosotros queremos mecanizar, -Tenemos un proyecto para hacer que el cajero de los supermercados sea automático-
¿Que pensaría un cajero de esto?
-El crecimiento de la economía es de 7% más que el año pasado- dice el secretario de economía, mientras que el jornalero, el agricultor, ve con recelo el informe, mientras se lleva la mano a la bolsa y piensa que no le alcanza para su familia...
¿Quien no ha pasado ciertos momentos complejos, conflictos personales, familiares, laborales, enfermedades, perdidas...?
¿Quien no se ha preguntado alguna vez como resolver o encontrar solución las problemáticas de nuestro tiempo? Vivimos en un mundo donde las balaceras, el fraude, las extorsiones, los asesinatos, los secuestros y muchos otros males, son parte del panorama diario, tan común como el hecho de salir a tomar un café... Sin saber, ¿cual será la situación que hoy nos perturbará el sueño, que nos quitará la tranquilidad?
La pregunta que muchas veces queda sin respuesta, por no entender como resolver, y porque nos toca afrontar a nosotros estas situaciones, surge casi instintivamente:¿Dónde esta Dios? Si el existiera yo no debería estar viviendo esta u otra situación, ¿Porque a mi?
Hace tiempo que no lo hacia... pero ahora me gustaría, preguntarle, el porque de las cosas que hoy suceden, interrogarle -¿No te importa que nos estamos hundiendo?- Sin embargo yo creo que Dios, es tan respetuoso y en su grandeza no se involucra en donde no lo llaman, en medio de la tormenta más grande que estemos pasando espera muy caballerosamente que nos levantemos y le hablemos.
El demuestra su grandeza por la forma en que trata a los pequeños, considero que el mayor bien que puede poseer alguien es la capacidad de despertar entusiasmo en las personas, y que la mejor forma de desarrollar lo mejor que hay en las personas es por medio del aprecio y del aliento. No hay nada peor que una persona con el alma amputada, muerta sin sueños ni esperanzas, pareciera que solo esta caminando sin rumbo ni acción.
